El V Encuentro de Comunidades de Regantes celebrado en ExpoFare con la colaboración de Feragua acogió una ponencia marco de Juan Saura sobre el valor que han aportado las presas y las balsas de riego ante situaciones de sequía e inundaciones. La magistral intervención del ex director de la CHG arrojó mucha luz sobre algo en lo que siempre ha incidido Feragua: es absolutamente incomprensible la leyenda negra que se ha extendido sobre estas infraestructuras hidráulicas, que han sido imprescindibles en España para luchar contra la desertización y han sido un elemento de progreso y desarrollo social indiscutible para el medio rural, en el que agricultura, conservación del territorio y medio ambiente siempre han ido de la mano.

Junto a esta ponencia, tuvo lugar una mesa redonda moderada por nuestro secretario general, Pedro Parias, y en la que participaron nuestro presidente, José Manuel Cepeda, el presidente de FERAL, José Antonio Fernández Maldonado, el secretario general de Agua, Ramiro Angulo, y la directora técnica de la CHG, Nuria Jiménez. Finalmente, el responsable de I+D de Feragua, Francisco Carrasco, presentó una ponencia donde recogió algunas de las conclusiones del estudio sobre las perspectivas hídricas en Andalucía elaborado por nuestra Asociación con la colaboración de San Telmo Business School y el patrocinio de Magtel.

Dicho estudio ponía de manifiesto las fuertes imbricaciones entre la garantía y disponibilidad de agua y las posibilidades de desarrollo sostenible del sector agroalimentario, advirtiendo claramente que la escasez de recursos hídricos es, de todas las amenazas, la principal para su futuro. El informe ponía de relieve que el sector agroalimentario de Andalucía es el más grande de España (casi 19.440 millones de euros), aporta el 13% del VAB regional y el 19,5% del VAB agroalimentario nacional, el 21% del empleo del sector en todo el país, el 16% de la ocupación total de Andalucía, generando un total de 489.848 empleos, y el 21,4% de las exportaciones.

La falta de disponibilidad de agua amenaza el futuro de este sector y por tanto las ventas de productos agrícolas andaluces, que en 2022 superaron por primera vez los 14.000 millones, sino, de forma inevitable, el superávit comercial de Andalucía (de 7.000 millones de euros en 2022) y, de forma fundamental, la cohesión y el equilibrio territorial, pues supone la dedicación directa o indirecta de una cuarta parte de la población rural española.

Por todo ello, el estudio advierte de la necesidad de inversiones que corrijan esta adversa proyección hidrológica de futuro y apuesta por avanzar en un mix hídrico, con recursos de diferentes orígenes (superficiales, subterráneos, trasvasados y de la regeneración y desalación) suficientes y óptimamente integrados para atender las demandas, pero siempre teniendo en cuenta que los recursos complementarios tienen mayor potencial de aplicación en el litoral y que las soluciones para las cuencas de interior pasan por infraestructuras como presas y balsas de riego, que aumenten la capacidad de regulación, trasvases e interconexiones de recursos excedentarios que aumenten la disponibilidad de cuencas deficitarias, y obras de modernización de regadío, que ahorren recursos superficiales y permitan mejorar la gestión de los recursos hídricos disponibles especialmente en tiempos de sequia.