El inicio de la campaña en todas las cuencas andaluzas ha estado marcado por la moderación en el consumo del regadío, a pesar de las escasas lluvias que se han producido, la humedad del suelo y sobre todo la concienciación por un uso eficiente del agua de los regantes, que, campaña tras campaña, dan una lección de responsabilidad y ahorro.

Marzo fue un mes muy lluvioso, ya se ha dicho por activa y por pasiva, pero abril no ha repetido ni mucho menos la tónica. En realidad, la precipitación en este mes ha sido un 66% inferior a la media histórica de los últimos 25 años, por lo que sin duda estamos viviendo de las rentas del mes anterior. Pues bien, a pesar de ello, en su conjunto, desde el 25 de abril, los embalses andaluces solo han bajado 22hm3 hasta el 13 de mayo, un 0,19% menos.

En algunas cuencas, incluso, la situación ha mejorado o no ha cambiado, gracias a las lluvias y a las pocas aportaciones que se han producido en abril. Es el caso de las Cuencas del Mediterráneo, que en estos días han ganado 6 hm3. O del Guadalquivir, donde las salidas se han compensando con las entradas, encontrándose la Cuenca en el mismo nivel de almacenamiento que presentaba el día de la celebración de la Comisión de Desembalse. Sí han bajado los niveles los embalses del Tinto-Odiel-Piedras, donde hay 9 Hm3 menos, y los del Guadalete-Barbate, donde hay 6 Hm3 menos.

Desde estas líneas animamos a nuestras comunidades y regantes independientes a continuar en esta senda de moderación y ahorro, a fin de atesorar recursos para el año que viene.