Durante las manifestaciones de protesta de los agricultores, muchos políticos reconocieron que a la actividad agrícola no se le da habitualmente el reconocimiento que merece. Darle su sitio en los reconocimientos institucionales es, sin duda, una manera de hacerlo y la verdad es que en los últimos años en los premios de la Junta de Andalucía con motivo del 28F el protagonismo del sector agrario ha sido muy limitado, en clara disonancia con la importancia que esta actividad tiene para el desarrollo sostenible de nuestra región, particularmente en el medio rural.

Este año, debemos congratularnos de una mayor presencia del sector agrícola en estos premios, concretamente gracias a las distinciones entregadas a Dcoop y a la Junta Central de Regantes Arroceros de la Margen Izquierda del Guadalquivir. En concreto, el grupo alimentario cooperativo recibió la Medalla de Andalucía en la categoría de Economía y Empresa, en reconocimiento de su relevante actividad. En términos de producción, Dcoop es un auténtico gigante. Es el mayor productor oleícola del mundo y también es líder en producción de vino, además de operar en los sectores de suministros, ganadería, orujo, frutos secos y cereales. En 2023 superó los 1.400 millones de euros de facturación, la mitad en la exportación.

Por su parte, la Junta Central de Regantes Arroceros de la Margen Izquierda del Guadalquivir recibió la Bandera de Andalucía al Mérito Medioambiental. Nos parece de gran importancia simbólica este galardón, que por fin une agricultura y medioambiente, en lo que es una comunión habitual y real que se produce en nuestro territorio, que nada tiene que ver con la imagen que quiere proyectar ese ecologismo de salón que nunca ha pisado el campo en su vida.