Desde Feragua hemos valorado de forma positiva la mejora de las dotaciones aprobada para las diferentes cuencas andaluzas, mejora que supone un alivio con respecto a las pésimas previsiones que se tenían hasta hace apenas unas semanas. Sin embargo, hemos incidido en que la situación hidrológica sigue siendo precaria y no cambia la necesidad y urgencia de acometer obras hidráulicas. Es más, como las infraestructuras que necesita el regadío no se hacen de un día para otro y algunas como las presas tienen un período mínimo de maduración y ejecución de quince años, podríamos decir que hoy la urgencia es mayor.

En consecuencia, seguiremos apretando y pidiendo a las administraciones que ejecuten las presas aprobadas en los planes hidrológicos y que acometan de forma urgente un plan de balsas que permita un mejor aprovechamiento de las escorrentías. No puede pasar lo que en estos últimos quince años, en los que se deberían haber empezado en Andalucía 17 obras hidráulicas, de las que solo hay una iniciada y otra está paralizada sine die. Todas estas obras representan una inversión no ejecutada de más de 2.000 millones de euros que habría neutralizado o suavizado los estragos de la sequía en las últimas campañas.

Estamos como estamos no solo porque haya dejado de llover, sino porque las administraciones han estado de brazos cruzados mientras esto ocurría.