Los embalses andaluces almacenan menos de 3.000 hm, frente a los casi 12.000 de capacidad máxima, y con eso está dicho casi todo. En concreto, a fecha del 27 de febrero, se encontraban al 24,7% de capacidad, frente al 29,20% del año pasado. El Guadalete-Barbate, al 17% de su capacidad y el Mediterráneo, al 19,3%, son las cuencas en peor estado, aunque la situación en el Guadalquivir (25,66%) no es mucho mejor, situándose solo muy ligeramente por encima de la media andaluza. La Cuenca Tinto-Odiel-Piedras es la que está mejor (39%) pero en una situación excepcionalmente mala desde una perspectiva histórica.

Ante esta situación no podemos sino demandar a las administraciones que realicen todas las obras anunciadas para paliar los efectos de la sequía con la mayor celeridad posible, así como poner en marcha todas las medidas que faciliten la movilización urgente de todos recursos hídricos aprovechables ante la crítica situación que afecta a toda Andalucía. Nos referimos, entre otras medidas a pozos de sequia, las tomas de emergencia, obras de aprovechamientos de volúmenes almacenados hoy no aprovechables en embales y en acuíferos, conexión de EDARes con zonas regables , balsas de acumulación de agua, instalaciones de plantas de regeneración,..etc…,, ,asi como la agilización de los contratos de cesión de derechos.