Aunque las lluvias nos han puesto de otro humor, y nos ha puesto a soñar, casi sin quererlo, con una campaña sin restricciones, la realidad es que esta perspectiva tiene muy pocos visos de convertirse en realidad. No imposible, pero muy improbable. Realmente se tendría que producir algo parecido a un milagro meteorológico. Tendría efectivamente que llover, mucho, pero mucho, para una campaña normal. ¿Cuánto? Difícil de decir. Lo que sí podemos afirmar es que necesitaríamos aportaciones de 5.200 hm3 para que nuestros embalses estuvieran como en la campaña de 2018, última con dotaciones normales, siendo necesario almacenar todavía más de 5.200 hm3 en Andalucía, que fue la última en la que los regantes tuvieron dotación completa. Si con las últimas lluvias entraron 360 hm3, hagan cuentas. Necesitaríamos 14 episodios de precipitaciones similares en los tres próximos meses. Difícil, muy difícil.