El presidente de Feragua traslada a las administraciones el malestar del regadío por la falta de realizaciones en los tres últimos lustros.

Aprovechando la celebración de la Comisión de Desembalse del Guadalquivir y la presencia de medios de comunicación interesados por la situación hidrológica, el presidente de Feragua trasladó a la opinión pública la indignación y malestar del campo por la inactividad de las administraciones públicas en materia de sequía, materializada en el hecho inobjetable de que desde la entrada en servicio de la Breña II en 2009 no se ha empezado una sola obra de regulación en toda Andalucía, con la única excepción de Alcolea en Huelva, que está ejecutada al veinte por ciento paralizada sine die.

Del resto de obras contempladas en los planes hidrológicos que en este tiempo se han sucedido, sin rastro material de momento. La más adelantada está en fase de redacción de proyecto, la mayoría no tiene ni proyecto encargado y otras, igual que aparecieron, desaparecieron de los planes. “Y no será porque no se veía venir la sequía, pues el ciclo seco se inauguró en 2013, desde entonces, con la única excepción de 2018, ha llovido muy poco en Andalucía, y mientras tanto los dirigentes políticos, de brazos cruzados y a verlas venir”, afirmó el presidente de Feragua, José Manuel Cepeda.