En febrero se pasará a consulta pública un nuevo documento, en el que tendremos la oportunidad de comprobar hasta qué punto se han tenido en cuenta nuestras alegaciones

Como ya informamos en el anterior boletín, la actual versión del plan de gestión de riesgos de inundaciones, que ha estado hasta hace poco en consulta pública con la denominación de “Elaboración de los mapas de peligrosidad y riesgo de inundación” causó en el regadío una honda preocupación por la delimitación excesiva que realizaba de las zonas inundables y del dominio público hidráulico, que afecta a miles de hectáreas ahora mismo en explotación y de propiedad privada.

Hemos sabido que la Confederación ya trabaja en una modificación de la delimitación de las zonas inundables al objeto de atender tanto nuestras alegaciones como las de los municipios que se han adherido a las nuestras y las que han presentado las suyas propias de forma independiente. En estos municipios, el documento en cuya modificación ya trabaja la CHG ha causado si cabe mayor preocupación, por sus implicaciones sobre el IBI rústico y su afección a las posibilidades de desarrollo económico y agrícola de los pueblos de la Vega.

El nuevo documento se presentará a consulta pública en febrero, y en ese momento tendremos la oportunidad de comprobar hasta qué punto se han tenido en cuenta nuestras alegaciones.