Después de una primavera de temperaturas en la media (marzo, más frío; abril, más cálido; y mayo, normal) y caracterizada por las fuertes lluvias (la quinta más lluviosa desde 1961), la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, predice que el verano será más caluroso de lo que ha sido normal hasta ahora, pero encuadra estas temperaturas superiores dentro de la nueva normalidad a la que tenemos que acostumbrarnos por el cambio climático.
Concretamente, el escenario más probable, entre el 60% y el 70%, para el trimestre comprendido por los meses de junio, julio y agosto, que se corresponde con el verano meteorológico, es el de temperaturas por encima del promedio normal en todo el país, con mayor probabilidad en la vertiente Mediterránea y en ambos Archipiélagos.
Según afirmó en rueda de prensa el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, en su conjunto España salió del periodo de sequía de larga duración, más estructural y de al menos tres años, pero de forma muy incipiente, por lo que habrá que esperar aún. Con las precipitaciones de los últimos meses y con los datos de mayo ya encima de la mesa, según Del Campo, «podemos decir que España al menos en su conjunto ha dejado atrás la sequía de larga duración, pero ojo, es una salida por los pelos, muy incipiente. No hay que bajar la guardia nunca en España en el uso del agua con sentido común, con racionalidad, porque es un bien escaso».