En la gestión del bombeo de la Breña II, llueve además sobre mojado. Feragua viene denunciando desde hace años la pésima gestión de este servicio. A pesar de que la infraestructura costó la friolera de 80 millones, que se están repercutiendo sobre los regantes en sus cánones como si estuviera a pleno rendimiento, la realidad es que desde su puesta en servicio a finales del 2022 ha funcionado a apenas el 25% de su capacidad. En lo que va de año hidrológico, en concreto, a pesar de que el caudal del río hubiera permitido un bombeo significativamente mayor, sólo se ha logrado trasvasar 30,5 Hm3, un 20 % del volumen total que podría haber sido aprovechado, estimado en 144 Hm2.

Pero lo que ha causado más indignación en los regantes es que la interrupción se ha producido cuando había más agua en el río y cuando la estación había logrado subir su rendimiento en el mes de marzo. Durante los tres años que lleva funcionando, la estación ha bombeado a la presa muchos menos recursos hídricos de lo que podría haber hecho, 66 Hm3 frente a 266 Hm3.

Su capacidad teórica, por la que se pagaron los 80 millones, es de 50 m3/segundo. Sin embargo, el máximo bombeado ha estado muy por debajo, exactamente 20 m3/segundo, el 40 %. Y tras un mes de marzo, en el que había llegado a bombear casi 27 hm3, el servicio se interrumpe sin previo aviso. ¿Qué ha pasado?