Los titulares de la Masa de Agua Subterránea La Rocina han votado recientemente la aprobación del proyecto de estatutos y reglamentos que han de regir el funcionamiento de la comunidad de usuarios. La constitución de esta CUMAS (Comunidad de Usuarios de Masa de Agua Subterránea) es imprescindible tras declararse en julio de 2020 por la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en riego de no alcanzar el buen estado ni cuantitativo ni químico.

Una vez aprobados los estatutos con esta votación por sus titulares, se inicia ahora la fase de información pública de los mismos con su publicación en el Boletín Oficial de Estado (BOE) y en la web de la CHG, así como en la sede de la Comunidad de Usuarios, en la Casa del Agricultor en Almonte (calle Martín Villa, s/nº). A partir de su publicación en el BOE se abre así un plazo de 30 días para que los estatutos puedan ser examinados y, en su caso, presentar las alegaciones oportunas. Una vez transcurrido este periodo, se remitirá a la CHG para la resolución definitiva de aprobación de dichos reglamentos y la constitución de la comunidad de usuarios. La masa de agua subterránea La Rocina cuenta con 318 titulares y 1.111 captaciones con las que se riegan más de 5.000 hectáreas.

Por su parte, los titulares de las otras dos masas de agua subterráneas del acuífero de Doñana, Marismas y Almonte, declaradas también en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo, tienen previsto convocar la votación de sus estatutos los próximos 10 y 16 de diciembre, respectivamente.

Desde Feragua hemos pedido a las administraciones la aprobación de ayudas para apoyar no solo la constitución de estas comunidades sino su funcionamiento inicial, que es de interés estratégico para la propia administración hidráulica.

IA para combatir los invernaderos ilegales

Por otra parte, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha informado que ya está usando la Inteligencia Artificial en el entorno de Doñana para el  control y vigilancia de los usos del agua y cierre de pozos ilegales. Se trata en concreto de herramienta de teledetección automática de cultivos bajo plástico desarrollada en colaboración con la Universidad de Sevilla, la cual combina el tratamiento de imágenes satélites y los algoritmos de Inteligencia Artificial.

El programa proporciona teledetección en tiempo real, a través del tratamiento automático de las imágenes en muy poco tiempo, aproximadamente 2 minutos, con actualizaciones cada 5 días, siempre y cuando el índice de nubosidad no supere el 5%. El ámbito de aplicación de esta herramienta, que es pionera en su empleo dentro de las demarcaciones hidrográficas del país, se circunscribe actualmente a la Corona Norte Forestal de Doñana, aunque la idea de la CHG es extenderla a otras áreas.