La campaña avanza y los embalses van perdiendo reservas, pero la situación hidrológica es, no obstante, bastante mejor que el año pasado. A nivel regional, el nivel de almacenamiento se sitúa en la actualidad en el 41,5%, 15 puntos por encima del año pasado. La Cuenca más beneficiada por este giro hidrológico es el Guadalquivir, cuyas reservas se sitúan en el 45%, un 21% más que el año pasado.

También están mejor, aunque no con un incremento tan significativo, el Tinto Odiel Piedras, que se sitúa al 46%, 4,5 puntos por encima del año pasado, y el Guadalete Barbate, que se sitúa al 30%, el nivel más bajo de las cuencas andaluzas, 4 puntos más que el año pasado. El reverso de esta mejora son las cuencas mediterráneas andaluzas, que están un 3% por debajo del año pasado, con un nivel de reservas del 31%.

En general, por tanto, y comparándonos con la situación de hace un año, estamos mejor. Lo cual no quita para que la situación hidrológica siga siendo muy comprometida y precaria. De hecho, al final de campaña, si no llueve antes de octubre, todas las cuencas andaluzas, salvo el TOP, entrarán en emergencia. Con toda seguridad, salvo lluvias, lo harán las cuencas mediterráneas y el Guadalete-Barbate. Muy probablemente también el Guadalquivir, y así lo ha manifestado el propio presidente de la CHG, en tanto que el Tinto-Odiel-Piedras quedará en alerta.

Todo ello nos obliga a hacer un uso prudente y eficiente del agua durante la campaña. Del mismo modo, invita a las administraciones a seguir con el pie en el acelerador en las obras hidráulicas.