Solo en el embalse de Cuevas de Almanzora se ha producido una entrada significativa del agua.

Las lluvias que se han registrado en los últimos días en Andalucía se han recibido -nunca mejor dicho, en este caso- como agua de mayo, pues han llegado a un campo sediento y han venido acompañadas de un descenso de temperaturas que también ha venido bien. Han permitido ahorrar agua y por tanto alargar una campaña que aun hoy parece una quimera que llegue a septiembre en el caso del Guadalquivir. Por tanto, a pesar de los daños puntuales que se han producido en determinadas zonas como Los Palacios (Sevilla) o Almería, en general han venido a aliviar la situación del campo.

Sin embargo, la situación hidrológica no ha experimentado una variación sustancial. Los embalses, salvo el de las Cuevas de Almanzora, en Almería, que es la provincia donde más ha llovido, no han mejorado su nivel de almacenamiento. De hecho, conforme avanza la campaña de riego, el nivel de embalsamiento sigue bajando en casi todas las cuencas, aunque es cierto que el descenso ha sido menor gracias a las lluvias.

En la actualidad e Andalucía hay 3.279 hm3 de agua embalsada, el 27% de la capacidad total y 1.136 hm3 menos que el año pasado. Ojalá las lluvias se extiendan durante los próximos días y permitan al menos alargar la campaña hasta septiembre, algo que sería clave para salvar la arboleda.