Para que se presentara una buena campaña haría falta que se almacenaran unos 1.400 hm3, un contexto que sólo tiene un 10% – 15% de probabilidades de que se cumpla.

Haría falta casi un milagro para tener una campaña de dotaciones normales. El milagro sería una primavera muy lluviosa capaz de aportar 1.400 hm3 a nuestros embalses. La CHG ha dado a ese milagro una probabilidad de 10% – 15% de probabilidades de que se cumpla. Tampoco parece fácil siquiera que lleguemos a una campaña como la de 2021 en la que se aprobó un desembalse de 925 hm³: la CHG aumenta hasta el 35% las posibilidades las posibilidades de ese escenario.

Otros escenarios más probables: si tuviéramos unas aportaciones similares a las que tuvimos el año pasado en el período-marzo abril, se alcanzaría a primero de mayo un volumen en la Regulación General de 1.500 hm3, lo que permitiría autorizar 500 hm3 para desembalse. Estamos en todo caso ante un volumen inferior al de la campaña pasada. Pero si tuviéramos las aportaciones de un año de pluviometría media en el período marzo-abril, podríamos llegar a un volumen embalsado de 1.750 hm3, con un desembalse de 750 hm3, mayor que el aprobado en mayo del año pasado.