La agricultura es el conjunto de actividades que transforman el medio ambiente para la producción de plantas y animales para el uso humano. Es la actividad más antigua desarrollada por el hombre, y es la base de su sustento y del mantenimiento del medio en el que todos vivimos. La agricultura es un sector estratégico como base fundamental para el desarrollo autosuficiente y la riqueza de las naciones.

Pese a su antigüedad, es imposible controlarla completamente, ya que en ella intervienen una gran cantidad de variables (clima, suelo, plagas, genética, precios…), además de la dispersión anual e incluso estacional. En resumen: Ningún suelo es igual a otro, ninguna planta es igual a otra, ningún año es igual a otro…

Esta circunstancia forja a los agricultores, haciéndolos sabios por experiencia, capaces de adaptarse a todo, y acostumbrados a aprovechar las oportunidades, pero con la mayor de las cautelas, porque ya saben que su éxito puede ser tan efímero como solo una campaña.

Actualmente a toda actividad se le agrega el apellido “Sostenible”. Aunque en la mayoría de los casos solo con la acepción de “Mantenimiento del medio ambiente”, de “Mantenimiento de recursos naturales”, de “Preservar la vida del planeta”, olvidando que lo sostenible también debe ser rentable.

Y como no podía ser de otra forma, a la agricultura también se le pide la sostenibilidad, haciéndola aún más difícil. Obligando a los agricultores a sacar una vez más su capacidad de adaptación y cambiar sus técnicas de producción a las nuevas demandas. Agricultura ecológica, sistemas de riego para ahorro de agua, lucha biológica, trazabilidad… ¿Quién dijo que la agricultura era un sector inmovilista?

Y ahora, la energía: una vuelta de tuerca más a la agricultura. El precio disparado y disparatado. Sin posibilidad de trasladarlo a los precios en origen para no provocar la alarma social en la cesta de la compra de los consumidores. Otra vez los agricultores obligados a buscar soluciones y seguir demostrando que están hechos de una pasta especial.

En este momento la solución energética más adecuada a la agricultura se encuentra en las instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo. Energía limpia, rentable y, por tanto, verdaderamente sostenible. Y pese a que existen dificultades por trámites complicados, permisos que se eternizan o ayudas que no terminan de llegar, una vez más la agricultura y los agricultores a la vanguardia de los grandes cambios. Lo que siempre les ha caracterizado.

En Agroener ponemos la ingeniería a servicio de la agricultura. Nuestro valor principal es la empatía con los agricultores. Diseñamos las instalaciones fotovoltaicas más optimizadas, adaptadas a las necesidades reales de cada uno de nuestros clientes, y los acompañamos en esta nueva modernización y camino al ahorro.

En Agroener estamos junto a los agricultores en su nuevo reto: Aprovechar la energía que cae del cielo.

 

Francisco Muñoz Gant
Ingeniero Agrónomo y gerente de AGROENER