Lo lleva a la Comisión Permanente del Guadalquivir con el apoyo de los representantes de los usuarios de abastecimiento e hidroeléctrico, con una acogida receptiva por parte del organismo de cuenca, que ha prometido convocar una reunión específica para debatirlo.

La norma actual establece que los caudales ecológicos mínimos se apliquen en situaciones de sequía prolongada (es decir, con falta de lluvias), pero no contempla su aplicación en situaciones de escasez (es decir, cuando no haya agua en los embalses), una situación del todo punto ilógica que Feragua ha propuesto modificar. Lo hizo su presidente, José Manuel Cepeda, en el transcurso de la última reunión de la Comisión Permanente del Guadalquivir, con una acogida bastante receptiva por parte del organismo de Cuenca que ha prometido estudiarlo e incluso convocar una reunión específica al respeto para debatirlo y, en su caso, elevarlo al Gobierno. Nuestra demanda venía respaldada con la firma de los usuarios de abastecimiento y usos hidroeléctricos, que comparten totalmente la propuesta del regadío.

La aplicación de los caudales ecológicos mínimos en situaciones de escasez, como la que ahora mismo tenemos en el Guadalquivir, requeriría en concreto de la modificación del art. 49 quarter del RDPH y del art. 18.4 del RPH, y supondría hacer que el régimen menos exigente de las demandas ambientales se aplique, no sólo cuando se dé la situación se sequía prolongada, sino también alguna de las situaciones escasez severa o escasez grave. Se trata de una medida que consideramos estrictamente necesaria para preservar los recursos hídricos embalsados y que no se produzca la paradójica situación de que se antepone la ecología a las propias necesidades humanas. El apoyo de los representantes del abastecimiento y de los usos hidroeléctricos es un síntoma inequívoco de la absoluta lógica de esta propuesta.

Esta misma propuesta de modificación de los caudales ecológicos elaborada por FERAGUA, ha sido también presentada por FENACORE ante la Mesa Nacional de la Sequía y en el trámite de Alegaciones del Reglamento de dominio público hidráulico, cuyo plazo se cerro el pasado 3 de septiembre. Confiamos que el MITERD, sea sensible a una propuesta lógica y razonada, con apoyo del conjunto de todos los usuarios, y modifique de forma urgente la normativa vigente, al objeto de mejorar -en circunstancias de sequías con falta de disponibilidad del recurso-, la satisfacción de todas las demandas.