En Feragua hemos valorado como un gran acierto, la vinculación de las políticas de agua a la Consejería de Agricultura, y, de hecho, así lo solicitamos durante la campaña electoral, conscientes de la más que presumible separación de Agricultura y Medio Ambiente. Pensamos que esta decisión, es un primer paso en la buena dirección de la prometida revolución hídrica anunciada por el presidente de la Junta de Andalucía, que esperamos traiga las las inversiones necesarias para acabar con el déficit hídrico de nuestra comunidad, que está siendo agravado por el impacto del cambio climático.

Los regantes somos los principales usuarios de los recursos hídricos y por tanto los primeros interesados en una buena planificación y gestión de las políticas públicas. En concreto, en Andalucía la agricultura y ganadería consume entre el 60 y el 80% del agua, según cuencas y periodos temporales. Con el agua y la agricultura bajo la misma competencia, el Gobierno de Andalucía reconoce a los hombres del campo, agricultores y ganaderos, como los primeros ecologistas, como los verdaderos conservadores del medio ambiente, pues son las personas que viven del, por y para el campo, los que son auténticos guardianes del medio ambiente.