Fenacore anuncia movilizaciones contra el extremismo ecologista del MITERD, patente en la nueva planificación hidrológica.

Una planificación hidrológica desconsiderada con el regadío. Fenacore ha anunciado movilizaciones contra el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) por el “extremismo ecologista” que inspira la actual planificación hidrológica en toda España, y que amenaza el futuro del regadío español para los próximos años ante la falta de inversiones que mejoren la garantía de agua. En el Guadalquivir, la planificación, aunque mejor que en el resto de España, presenta también un marcado sesgo medioambientalista, en detrimento de los objetivos de satisfacción de la demanda. La mayor parte del presupuesto es destinado a objetivos ambientales, quedando en muy segundo lugar las inversiones destinadas a obras de regulación y modernización del regadío. Echamos en falta grandes inversiones, ya aprobadas en planes hidrológicos previos, como la modernización del Rumblar y las Vegas de Granada, la presa de Velillos y la de Castillo del Montizón. En realidad, la única obra de regulación que aparece es el Recrecimiento del Agrio y los estudios alternativos (no las obras, sino los estudios y proyectos) de Cerrada de la Puerta y San Calixto. Por otro lado, esa carencia de inversiones en nuevas infraestructuras tampoco es compensada con una apuesta decidida por la construcción de balsas y pequeñas presas a nivel de zona regable.

El camalote se suma a las especies invasoras presentes a Andalucía. Como ya informamos en su momento, esta especie está incluida en la lista de las 100 más invasoras por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y en el Guadiana ya ha requerido inversiones por valor de más de 50 millones de euros para su erradicación. A los quebraderos de cabeza que ya supone para los regantes andaluces la presencia de mejillón cebra, la almeja asiática y los briozoos, se suma una cuarta especie invasora en discordia.

Sin cambios en la situación de la Breña II y Arenoso. Año tras año, la situación de la Breña II y Arenoso, sigue empantanada. A pesar del evidente perjuicio para los regantes, la gestión de estos embalses no acaba de ser transferida a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y sigue en manos de ACUAES, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que dirige la vicepresidenta Teresa Ribera. La consecuencia es que los costes de explotación y conservación de estos dos embalses cuestan a los usuarios de riego exactamente el doble que el resto de embalses del Sistema de Regulación General, el coste de la amortización igualmente el doble, al tener un periodo de amortización de 25 años frente a 50 del resto de presas de España, y por último, un IVA inaceptable que ya supone más de 2,4 millones de euros al año. Y para colmo, con la que está cayendo, la Estación de Bombeo no está operativa y la CHG, pretende cobrarnos por ella, cuestión que rechazamos de pleno, alegando, recurriendo y en este caso, llegado el caso, propondremos no pagar el Canon Breña II y Arenoso.

Las obras del Túnel de San Silvestre se retrasan un año. La revisión del proyecto se ha demorado y la evaluación ambiental acaba de empezar. En el mejor de los escenarios, las obras podrían empezarse a principios de 2023 y terminarse a finales de 2025.