A la disparatada subida del mercado eléctrico, se suma el impacto del cambio de calendario tarifario.

La subida de la luz está colocando al regadío en una situación insostenible, sin que el Gobierno por el momento se esté dando en absoluto por aludido, pues todas las medidas que hasta ahora ha tomado van dirigidas al consumidor doméstico. Hemos solicitado a nuestras comunidades que nos aporten los datos concretos de la subida de la factura eléctrica durante el pasado verano y los primeros números que nos han llegado nos confirman que el incremento del precio del megavatio hora es sencillamente para echarse a temblar, hasta el punto de poner en serio riesgo la viabilidad de las explotaciones agrarias.

En la subida de la factura se unen además dos factores: por un lado, la disparatada evolución del precio de la energía en el mercado eléctrico, frente a la que el Ejecutivo de Sánchez se muestra completamente impotente; por otro, los cambios en el período tarifario perpetrados por el Gobierno central y que entraron en vigor el pasado 1 de junio. La situación, sin exageración de ningún tipo, se hace insostenible. Hicimos los deberes de la modernización, ahorrando agua, y la gran paradoja sería que ahora fuéramos abandonados a nuestra suerte, abocados a consumir más energía y cada vez más cara.

Es preciso que el Gobierno tome conciencia de la situación y sea consecuente con nuestra condición de sector esencial, según el propio Gobierno, y no nosotros, nos definió y clasificó durante la primera fase. Si somos tan esenciales, que nos ayuden a seguir siéndolo. Necesitamos respuestas y soluciones ya, que son las que Fenacore les viene demandando: IVA reducido (como en Italia); dos potencias al año; ayudas para las renovables; y rectificación del periodo tarifario.