Así ocurrió en los años 2006, 2007 y 2008, en los que el Gobierno aprobó medidas compensatorias tras las correspondientes declaraciones de sequía.

La declaración del estado de sequía es importante porque sin ella no se pueden producir las medidas compensatorias para el regadío que la situación reclama. En todos los años que constituyen el precedente inmediato de la situación hidrológica actual en el Guadalquivir (2006, 2007 y 2008), tras la declaración de sequía, el Gobierno de la Nación– entonces presidido por Zapatero- aprobó un Real Decreto-Ley de medidas compensatorias que, entre otras disposiciones, incluía la condonación del pago de cánones y tarifas.

Los regantes esperamos por tanto que se apruebe sin más demora la declaración de sequía, para que de esa forma el Gobierno pueda proceder a la aprobación urgente de las citadas medidas, de modo que no se pasen al cobro los cánones y tarifas de 2021, que se giran mayoritariamente en octubre. Si se demora toda la tramitación, los cánones se girarán, y aunque luego se devuelvan, el regadío verá aumentada la situación de asfixia en la que se encuentra.