El que fuera declarado sector esencial durante la primera fase de la pandemia, marginado de las medidas correctoras.

Fuimos declarado sector esencial durante la primera fase de la pandemia. Pero el Gobierno no nos está considerando como tal. De lo contrario, difícilmente se entiende la marginación que estamos sufriendo por parte del MITECO en las medidas correctoras para aliviar el máximo histórico que ha alcanzado el precio de la electricidad en el mercado.

En el gráfico debajo de estas líneas se aprecia bien la evolución del mercado eléctrico. En los últimos cinco años, entre 2016 y 2020, el precio del MWh estuvo en una media de 46 euros (40 euros, en 2016; 52 euros, en 2017; 57 euros, en 2018; 47 euros, en 2019; y 34 euros, en 2020). En lo que va de 2021 la media ha subido a cerca de 100, habiéndose alcanzado recientemente el máximo histórico de 106 €/MWh. Y lo peor es que los mercados a futuro hasta enero de 2022 mantienen la tendencia, con precios por encima de los 90 euros, el MWh.

Estamos hablando en consecuencia de un incremento del 100%, con respecto a la media de los últimos cinco años, que el regadío sufre en mayor proporción que otros sectores por su alta dependencia energética. Y al que se añade el cambio de régimen tarifario planteado por el Ejecutivo, que perjudica también en mayor medida para el regadío, con un nuevo calendario que puede significar hasta un incremento del 50% de la factura para algunas comunidades de regantes.

Sin embargo, como decíamos líneas arriba, mientras que el Gobierno ha tomado medidas a favor de los pequeños consumidores y de otros sectores – incluido las grandes consumidores- , del regadío se ha olvidado completamente, mostrando una amnesia total en relación con las soluciones que llevamos pidiendo hace años y en concreto con dos: el IVA reducido – como disfrutan el resto de países europeos de nuestro entorno- y la modificación de la potencia dos veces en el año, solo pendiente de un desarrollo reglamentario que no acaba de llegar nunca.