Los tratos de favor supondrían un agravio comparativo para todos aquellos regantes que se han adaptado a la situación hidrológica.

Desde Feragua hemos expresado nuestra oposición a cualquier cambio en las dotaciones de agua de la actual campaña, tanto en los volúmenes como en el reparto de estos, al considerar que la situación hidrológica es muy grave y no permite un aumento de esas dotaciones y al rechazar de forma contundente cualquier distribución de los recursos que no responda a las concesiones de cada comunidad, pues lo contrario crearía inequidad y abriría las puertas a una auténtica guerra del agua.

En este sentido hemos mostrado nuestra respaldo a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en su posición y le hemos agradecido que se mantenga firme en sus criterios, advirtiendo que los tratos de favor a determinados cultivos constituirían un agravio comparativo para todos aquellos regantes que se han adaptado a la situación hidrológica, cambiando su planificación hacia cultivos poco demandantes de agua o dejando tierras en barbecho.

A este respecto, debemos recordar que se han celebrado tres comisiones de desembalse en las que se ha informado puntualmente de la situación y de las dotaciones y en las que todas y cada una de las comunidades han sido muy conscientes del agua de la que iban a disponer para regar. No cabe pedir, pues, que se cambien las reglas del juego con el partido ya comenzado. Si el organismo de Cuenca beneficiara ahora a unos cultivos, en el futuro ninguna zona regable se haría responsable de realizar una planificación de cultivos acorde a la situación hidrológica, y todos sembrarían aquello que más les conviniera, sin hacer caso de las dotaciones establecidas.