Cualquier modificación debe realizarse con extrema prudencia, evaluando la afección a las demandas existentes y ponderando bien las consecuencias.

Feragua y todas las organizaciones integradas en Fenacore también han expresado su preocupación por los cambios normativos propuestos por el MITECO a la hora de declarar nuevas zonas de Reservas Hidrológicas, señalando que estos deben realizarse haciendo los estudios necesarios para evaluar su afección a las demandas preexistentes y ponderando bien las consecuencias de su aprobación en la gestión de otros aprovechamientos.

Y es que el establecimiento de Reservas Hidrológicas lleva consigo en muchas ocasiones la reducción de las garantías de suministro para poder satisfacer las demandas, que también son sociales (empleo, riqueza, fijación de la población en el territorio). En la actualidad (febrero de 2021) el nº total de reservas naturales fluviales (RNF) ya declaradas en España asciende a 222, encontrándose 135 de ellas en demarcaciones hidrográficas intercomunitarias.

Cualquier ampliación de este número no debe hacerse de forma frívola e indocumentada, sino con rigor, y siendo muy conscientes de que el agua es también un factor de producción, altamente necesario en la agricultura de regadío, en la generación de energía eléctrica, para el desarrollo de numerosos procesos industriales o para la atención de los servicios turísticos, recreativos, ambientales… En resumen, es imprescindible guardar el equilibrio entre la protección del medio ambiente y la vida y el desarrollo económico.