El borrador de Decreto sobre protección de aguas contra la contaminación difusa establece una equivalencia tan sesgada como falsa.

Junto a todo el regadío nacional, Feragua también ha expresado su oposición al proyecto de Decreto que regula la protección de las aguas contra la contaminación difusa, que yerra desde su propio título y concepto, pues se refiere exclusivamente a la contaminación por nitratos “de origen agrario”, obviando otras fuentes de contaminación (más graves) como son las miles de pequeñas y medianas localidades que no depuran sus aguas, otras de tamaño medio y grande que no realizan una correcta depuración, la gran cantidad de pozos negros todavía existentes en caseríos y viviendas aisladas, los vertidos industriales que se vierten a los cauces públicos sin tratar, el almacenamiento de lodos procedentes de las depuradoras, etc. Precisamente por no depurar aguas residuales urbanas, España está pagando todos los días una multa millonaria a la UE, pero el MITECO, con este Decreto pone sus miras en la contaminación de origen agrario.

Además, es conveniente realizar una diferenciación de la contaminación por nitratos de origen agrario en el secano, el regadío y las explotaciones ganaderas. Se deberían identificar quiénes son los causantes de los focos de contaminación y actuar en consecuencia. No se puede generalizar y menos aún cargar la responsabilidad exclusivamente sobre el sector agrario, como parece sugerir el propio título del Decreto, estableciendo una equivalencia entre la contaminación difusa y la actividad agrícola que es tan tendenciosa como incierta.

El regadío modernizado, que en Andalucía ocupa un 75% de su superficie, realiza una aplicación controlada y racional de los fertilizantes utilizados para producir los alimentos. En particular, dicho 75% utiliza sistemas de riego localizados, de alta eficiencia, aportando las dosis de abonado de forma escalonada y continua de acuerdo a las necesidades nutricionales de las plantas, por lo que el fenómeno de la contaminación difusa por nitratos se viene corrigiendo y atenuando en los últimos tiempos, gracias precisamente a la mejora del regadío.

Por ello el mejor camino para reducir esta contaminación difusa es apoyar financieramente la modernización de las 900.000 Has. pendientes en España y cerca de 180.000 Ha en Andalucía, además de fomentar la formación, la información y la concienciación entre los agricultores y ganaderos y la promoción de Códigos de Buenas Prácticas Agrarias.