La Universidad de Córdoba coordina un libro para Fenacore en el que destaca la imprescindible aportación del regadío nacional.

El catedrático de la Universidad de Córdoba Julio Berbel ha coordinado un excelente trabajo de investigación sobre los beneficios que el regadío aporta al regadío español y que, en su propia opinión, deberían ser mejor conocidas por la opinión pública.

Recomendamos efusivamente su lectura y divulgación. El estudio está disponible en formato pdf a través de este enlace.

A continuación, destacamos estos dos párrafos de conclusiones:

Hemos visto que el regadío español es el principal soporte de un mundo rural que retiene a los jóvenes y a las mujeres en los pueblos evitando una pérdida de talento hacia las ciudades. El riego mantiene una densidad de población que permite servicios y calidad de vida y que remunera a los agricultores y trabajadores del campo mejor y de manera más estable que el secano. El esfuerzo que se ha llevado a cabo por el regadío español mediante la modernización y las consecuencias positivas de estas inversiones: ahorro de agua, mejora de la calidad de las masas de agua (menores nutrientes exportados en los retornos), mejora de la productividad de todos los factores (tierra, trabajo, capital, agua) ha sido enorme. Como contrapartida al impacto positivos de la modernización está el indeseable efecto del aumento de consumo de energía vinculado a los nuevos sistemas de riego

Esto nos lleva por un lado a evaluar unas perspectivas donde agua, energía y riego se alimentan se combinan y donde las energías renovables juegan un papel complementario a la producción agraria propiamente dicha. Por otro lado, la modernización es condición necesaria para la entrada de nuevas tecnologías permiten incorporar las nuevas TIC y nos llevan a la puerta de una agricultura cada vez más inteligente y unos agricultores cada vez más preparados. Vamos a entrar en un tiempo donde los servicios ecosistémicos positivos del regadío (producción de alimentos, mantenimiento de biodiversidad, paisaje, soporte de la vida rural, etc.) sean valorados por la sociedad, pero para ello hay que seguir investigando en métodos que permitan una agricultura menos agresiva con el medio ambiente aumenten la captura de carbono y continúen produciendo alimentos de calidad a un coste competitivo (…)

Será necesario una labor de educación social a todos los niveles (empezando por los profesores de universidad, los políticos y llegando hasta los niños en las escuelas) para que estos hechos pasen a ser de dominio público y no seguir siendo cuestionado por la ignorancia colectiva. Pero la única forma de que la sociedad no olvide y papel jugado en esta crisis por los agricultores es insistir y hacerlo mejor cada día. Por el momento, en este libro hemos expuesto brevemente los impactos positivos del regadío en la sociedad, sirva este intento como principio de un camino que nos permita alcanzar la imagen que el regadío debe tener en la sociedad.