Feragua presenta sus alegaciones al Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, que está en período de consulta pública.

Nuestra Asociación ha presentado sus alegaciones al Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, actualmente en período de consulta pública. En ellas aportamos nuestra opinión sobre la mejor forma de prevenir el impacto sobre el regadío del alargamiento de los ciclos de sequía y los mayores riesgos de inundaciones (que son las dos manifestaciones fundamentales del cambio climático en nuestro territorio).

Y la primera fórmula es necesariamente el incremento de la capacidad de regulación a través de nuevas presas o balsas de riego que sean viables técnica, económica y medioambientalmente. Desarrollar estas infraestructuras es la única forma de hacer frente a fenómenos extremos como sequías e inundaciones. Además, permiten la gestión y control de los caudales ecológicos, son un elemento asegurador de las economías del regadío, de la industria y de la energía, y poseen un valor social muy importante como fuentes de recursos lúdicos y recreativos, amén de asegurar el suministro prioritario del abastecimiento urbano. Pero, por encima de todas esas razones, hay una justificación esencial para estas presas: la población tiene que alimentarse y, para producir alimentos, o usamos biotecnología y/o garantizamos el agua que necesita la agricultura de riego.

Junto a un plan de nuevas obras de regulación – que incluya tanto a presas como a balsas de riego- , también hemos solicitado un plan de recursos hídricos no convencionales (aguas desaladas, subterráneas y regeneradas), que pueden ser muy útiles para paliar el déficit hídrico existente, sobre todo en cuencas litorales, siempre y cuando no afecten a otros aprovechamientos hídricos existentes (en el caso de las aguas regeneradas) y sus costes puedan ser soportados por los usuarios beneficiarios.

Un plan de inversiones en modernización de regadíos, otro en control de especies invasoras y una apuesta mucho más decidida por las energías renovables son otras recomendaciones que aparecen en nuestro documento de alegaciones, en el que también pedimos una participación mayor y un papel mucho más protagonista en la negociación de este Plan, directamente vinculado con el regadío por el impacto medioambiental de su actividad, que, contrariamente a lo que se cuenta, es un impacto positivo, por nuestra condición de verdaderos sumideros de C02.