La actividad de las empresas agroalimentarias queda protegida por el Estado de Alarma para garantizar el abastecimiento alimentario
La actividad del regadío debe continuar para garantizar el abastecimiento alimentario. Así lo establecen los decretos relacionados con la declaración del estado de alarma para la gestión de la situación ocasionada por el COVID-19, los cuales subrayan que la actividad de las empresas agroalimentaria en su conjunto, desde la producción hasta la distribución, y las empresas que proveen de productos y servicios a los agricultores, “forman la cadena de abastecimiento alimentario cuya actividad debe garantizarse en la situación de estado de alarma”.
La situación de alarma generada por el coronavirus confirma pues lo que ya sabíamos: somos un sector estratégico e imprescindible no ya para nuestra economía sino para el abastecimiento de servicios básicos para la sociedad. Debemos destacar el esfuerzo que todo el sector está realizando tanto garantizar la cadena de suministro, así como la generosidad de muchas empresas y agricultores para contribuir a otras labores de desinfección para prevenir los contagios.
No obstante, para prevenir y contener la expansión del virus, el Gobierno ha dispuesto que debe limitarse o suspenderse “las labores cuya realización no sea imprescindible llevar a cabo durante la duración del período del estado de alarma, como, por ejemplo, las labores accesorias de mantenimiento”. Asimismo, todo el sector está obligado a cumplir las normativas de prevención y control aprobadas para garantizar la seguridad de los trabajadores y prevenir los contagios.
En este enlace puede descargar nota de prensa del Gobierno donde puede encontrar respuesta a algunas de las preguntas y dudas más habituales relacionadas con la afección del estado de alarma sobre nuestro sector: la apertura del comercio detallista de venta de insumos para la agricultura, la ganadería y la pesca; y la suspensión de plazos en los procedimientos administrativos vinculados a la Política Agraria Común (PAC).