Sufre una colmatación de barro que amenaza una actividad económica superior a los 150 millones de euros y de la que dependen miles de empleos.

Feragua celebró su última junta de gobierno en la Comunidad de Regantes del Genil-Cabra al objeto de escenificar su apoyo a la obra de regeneración del embalse de Cordobilla, que es clave para el futuro de la agricultura del entorno. Como es sabido, esta presa sufre una colmatación de barro que limita a apenas 1 hm3 su capacidad, que era originalmente de 34 hm3, lo que amenaza seriamente la actividad económica que se desarrolla en esta zona regable, la segunda más grande de la Cuenca, con 24.000 has.

Precisamente, sobre esta obra, la CHG está tramitando un proyecto “de actuaciones para la mejora ambiental y de usos sociales y económicos de este embalse”, el cual debe servir de antesala y base para la necesaria y urgente actuación de regeneración. En concreto, el objetivo del proyecto sacado ahora a concurso es “redirigir el caudal del río Genil por la margen derecha del embalse aterrado de Cordobilla a través de un canal excavado en el sedimento, esperando que dicho nuevo cauce no se aterre y se estabilice en el tiempo, para poder mantener los usos de dicho embalse, disminuyendo los costes de explotación y mantenimiento de los grupos de bombeo y el canal del Genil-Cabra, actualmente enlodados, y de la central hidroeléctrica”.

Con una facturación superior a 150 millones de euros, un desarrollo de creciente de cultivos hortícolas, plantas aromáticas y olivar y una industria agroalimentaria bien asentada, la regeneración del embalse de Cordobilla es sencillamente crucial para el futuro de la zona y no admite más demora. Por ello, desde Feragua se viene exigiendo a la administración hidráulica mayor celeridad en la ejecución de esta actuación. Asimismo, se ha solicitado a la administración agraria que obligue a los agricultores de tierras de olivo y de cultivos frutícolas con pendientes superiores al 5% a mantener una cubierta vegetal permanente para evitar los fenómenos de erosión que terminan colmatando los embalses y que están detrás del problema de la Cordobilla.

Foto: ABC Sevilla