Hemos conocido por los medios que la Consejería de Hacienda, Industria y Energía ha pedido al Ministerio de Transición Ecológica inversiones que permitan ampliar en 11.430 MW la actual capacidad de evacuación de electricidad generada con energías renovables. A cierre de 2018, según datos de la propia Junta de Andalucía, la capacidad instalada de generación renovable es de 6.104 MW, la capacidad disponible es apenas de 4.531 MW, frente a los más de 9.689 MW de proyectos autorizados.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima pretende lograr que el 74% de la generación eléctrica tenga origen renovable en el año 2030, lo que supone incorporar 57.000 MW de renovables en la próxima década a nivel nacional. Andalucia aspira a aportar el 45 % de dicha potencia a instalar, es decir más de 26.000 MW, pero con las redes actuales nos enfrentamos a un auténtico problema, pues sin capacidad de líneas eléctricas no se puede evacuar la energía prevista generar, y se limitaría la gran potencialidad de nuestra región en energía renovables que supera los 312.000 MW.

La realidad es que las redes actuales están muy cargadas y no tendremos capacidad de transporte de las energías renovables sin invertir tanto en nuevas subestaciones como en grandes y medianas redes eléctricas que faciliten su evacuación y transporte y ello exige un acuerdo de todas las administraciones implicadas, tanto central como autonómica, que esperamos se cierre cuanto antes.

Mayor control de Endesa

Siendo conscientes de esa realidad, y sumándonos a la demanda del consejero Juan Bravo, queremos solicitar también a la administración andaluza un mayor control sobre las decisiones de Endesa en relación con las solicitudes de enganche a la red de las nuevas instalaciones de generación de energías renovables. Como distribuidora de la red en la mayor parte de Andalucia, Endesa debería asimismo ser mucho más transparente y aportar mayor y mejor  información justificativa a la hora de decidir si hay o no capacidad de evacuación, transparencia que de momento está brillando por su ausencia.

En este sentido, no está de más recordar que el escenario previsible no es de un aumento de la generación de energía, porque no se prevé incremento de la demanda para ello y porque además hay una mayor eficiencia en el consumo energético, sino de sustitución de las fuentes de energía fósiles por las renovables, y es legítimo pensar que ese proceso no va a ser apoyado por las compañías distribuidoras que además controlan la generación en España.

Es por ello que el control de la administración debe ser mucho más riguroso y cercano y la promoción de las energías renovables debe ser favorecida ejerciendo los controles necesarios sobre las empresas distribuidoras, y acometiendo las inversiones oportunas en lo relativo a las redes y nudos de transporte.