Más preocupante que  el  10% por ciento de restricción decidido para la Regulación General del Guadalquivir en esta campaña (en contraste con lo que marca el Plan de sequias y el precedente del año pasado), es el tipo de justificaciones que se empiezan a deslizar al respecto y que más o menos vienen a lanzar el siguiente mensaje: señores del regadío, acostúmbrense, que esto es lo que hay, vayan acostumbrándose a regar con menos agua y a convivir con dotaciones más bajas.

Frente a este tipo de insinuaciones, queremos hablar claro y por derecho: desde Feragua ni nos concienciamos ni nos conformamos con un futuro de menores dotaciones. ¿Ahorro de agua? Por supuesto. Cuenten con todo el esfuerzo (y todas las inversiones) del regadío para seguir mejorando la eficiencia. Pero el problema del déficit hídrico no se resuelve estableciendo (por decreto) que los cultivos necesitan  menos agua para regar, es decir, negando el problema, del mismo modo que la pobreza no se combate asumiendo que tenemos que pasar hambre.

No, pasar hambre no es ninguna solución, es en todo caso una consecuencia. De igual forma, tener menos agua para regar no es ningún remedio. Es el fatal resultado al que nos enfrentaremos si no hacemos nada por combatir el déficit hídrico de la Cuenca, déficit  histórico que se verá agravado por el cambio climático. Desde Feragua no nos rendiremos, no claudicaremos nunca. Hay salida para el déficit hídrico, y pasa por un mix de políticas de oferta y demanda. Así lo hicimos ver en la Comisión de Desembalse, donde recomendamos el siguiente paquete de medidas para mejorar la eficiencia e incrementar nuevos recursos:

Medidas de Demanda

– No incrementar nuevos regadíos, no previstos en la planificación hidrológica.

-Apuesta decidida por la modernización del regadío, entre los que se encuentran los de la Zona Regable Arrocera y Zona Regable Rumblar.

– Incorporación de las nuevas tecnologías para optimizar el recurso hídrico. Feragua ya trabaja en proyectos internacionales con otros socios en pos de la eficiencia hídrica y aguas regeneradas: MOSES, DIANA, REDAWN, REUTIVAR o INVAREGA.

– Mejora de la Gobernanza en la gestión del recurso

Medidas de Oferta 

-Ejecución de forma urgente nuevos embalses como Cerrada de la Puerta, San Calixto y Recrecimiento del Agrio.

– Incentivar y promover balsas de riego a nivel de zonas regables.

– Promover el uso de aguas regeneradas sin afectar a recursos existentes.

Si en los últimos 5 años, no hubiéramos tenido operativo los 2 últimos embalses construidos en el SRG como Breña II y Arenoso (que aportan sobre 200-250 Hm3 de desembalses anuales), no hubiéramos podido disfrutar de unas dotaciones cercanas a la normalidad, entre 5.000 y 5.500 m3/ha. Para atender las demandas existentes y luchar contra el cambio climático, hacer nuevos embalses es una necesidad imperiosa en esta cuenca.