Los que vieron en las lluvias de la primavera del año pasado el inicio de un cambio de ciclo parece que se equivocaron al igual que se equivocó AEMET con su predicción estacional de lluvias para este invierno que daban como húmedo. Con los datos de AEMET por delante, podemos concluir que hemos tenido un invierno seco y la previsión estacional para el próximo trimestre no augura un cambio radical, al contrario, un trimestre normal de precipitaciones en Andalucía occidental y más seco de lo normal en Andalucía oriental. A nivel estatal, las precipitaciones acumuladas hasta el 5 de marzo eran de 306 litros por metro cuadrado, un 15 por ciento menos de lo normal, y el portavoz de Aemet, Rubén del Campo, ha subrayado que la tendencia apunta a que marzo finalizará como otro mes seco, pues, a corto plazo, no se observan cambios que impliquen lluvias.

En la cuenca del Guadalquivir, la precipitación media registrada en febrero ha sido de 35 litros por metro cuadrado, un 39 por ciento por debajo de la media histórica, que se establece en 57 litros por metro cuadrado durante ese mismo período. En lo que respecta a la precipitación acumulada, desde que se inició el año hidrológico hasta el pasado 28 de febrero se han recogido 274 litros por metro cuadrado, lo que se traduce en un déficit de precipitación de un 26 por ciento con respecto al mismo período de los 25 años anteriores, que se sitúa en 372 litros por metro cuadrado.

A pesar de todo ello, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha subrayado que “tiene garantizado el suministro de agua para tres años respecto al abastecimiento de la población” y “pretende un desembalse similar al aprobado el año pasado para la próxima campaña de riego, si bien las condiciones de humedad del suelo serán las que condicionen la campaña”. En el momento de escribirse estas líneas, los embalses de la cuenca del Guadalquivir se encuentran al 55 por ciento de su capacidad.