Las aportaciones en los embalses fueron un 224% superiores a las del año anterior (1.232 hm3) y 11% por encima de la media de los veinticinco años anteriores (3.605 hm3).

Según la información aportada por la CHG en la Comisión de Desembalse, el año hidrológico 2017-2018 resultó en su conjunto más lluvioso de lo normal, con una precipitación media registrada de 706 mm, un 21% superior a la precipitación media anual de los últimos 25 años que se sitúa en 584 mm. Lo más destacable fue no obstante que se trató del primer año en superar la media histórica, después de cuatro años consecutivos en los que la pluviometría había sido inferior a ésta, lo que nos permite albergar la esperanza de que quizás estemos en el inicio de un nuevo ciclo húmedo. En cualquier caso, el pasado año hidrológico fue muy anómalo por la concentración de precipitaciones en un solo mes: el 42% de toda el agua que cayó, cayó en marzo. Los 300 mm registrados como media en la cuenca durante este mes no tienen precedentes históricos, al menos desde el año 1979-80 que tenemos datos comparables.

Las precipitaciones registradas durante el año hidrológico 2017-2018 generaron unas aportaciones a los embalses de 3.991 hm3 en el total de la cuenca, lo que representó un aumento del 224% respecto a las aportaciones registradas durante el año anterior (1.232 hm3) y del 11% respecto a la aportación media de los veinticinco años anteriores (3.605 hm3).

 

Fuente gráficos: CHG.

Respecto a la evolución de las reservas, el año hidrológico 2017-2018 se inició con unos recursos totales embalsados de 2.633 hm3, lo que representaba un 32,4% de la capacidad disponible. A 1 de octubre de 2018 los recursos embalsados totales ascienden a 4.223 hm3 (aumento de 1.590 hm3), lo que representa un 52,1% de la capacidad disponible.